En los días antiguos, tenían la costumbre cruel de sacrificar al ídolo Moloc niños inocentes. ¡Que horrible! ¡Nunca tal haríamos nosotros! Pero—detente un momento, y considera el desafío del autor.
Parece que hay una tendencia hoy día hacia la independencia en las iglesias. Ese espíritu individualista milita en contra de la enseñanza de Dios. Pero algo que ha distinguido a la iglesia peregrina es ese espíritu manso y humilde en cada uno; sumisión a los que Dios ha puesto como autoridad.
¿Será que uno de los errores más grandes que cometemos es creer que nosotros somos la razón de los grandes hechos de Dios? Lo que Dios ha hecho por nosotros, y su obra en nosotros, todo es para magnificar el nombre de Dios. Que el nombre de Dios sea santificado y honrado en nuestra existencia.