La santísima fe es mas que hablar y entender la Biblia. Esa santísima fe no es algo mágico, ni fácil, ni cómodo. Esa fe nos es dada cuando obedecemos la Palabra de Dios y practicamos la voluntad de Dios en nuestra generación.
De verdad existe un lugar llamado “cielo” donde los creyentes morarán para siempre. También existe un lugar llamado “infierno”, el destino para aquel que rechaza la salvación que ofrece Dios. Si aún tienes dudas de que exista el infierno, ¿crees que valdrá la pena correr el riesgo de terminar allí?
¿Es bueno que el creyente se ocupe en discusiones políticas? Las enseñanzas del Nuevo Testamento nos muestran lo que Dios espera de nosotros y nos reprenden cuando nos inclinamos a unirnos a lo que hace la mayoría.
¿Sabías tú que, como cristiano, has sido llamado para heredar bendición? ¿Has pensado en los requisitos para obtener esta bendición y cómo afecta la vida del cristiano? Pídele a Dios cada día que te bendiga con sus bendiciones para que, a su vez, tú puedas bendecir a otros.
Los días en que vivimos son malos y es urgente que se advierta a la sociedad del juicio venidero. ¿Habrá hijos de Noé dispuestos a predicar la justicia con valentía? Que no nos encontramos con sangre en nuestras manos por no haber advertido del juicio que se acerca.
Es de suma importancia que examinemos nuestra propia vida para determinar si existen características de los infiltradores. Si las hay, debemos confesar a Dios nuestro pecado. Que el amor por la iglesia de Cristo nos haga contender por esta fe que nos fue dada, y que perseveremos hasta el fin.
El cristiano no participa en la venganza, dejando todo en las manos de Dios. El amor de Dios nos capacita para responder en amor a cualquier mal que sufriéramos. ¡Que el Príncipe de Paz nos dirija siempre!
¿Ha experimentado la paz que Cristo da? Si no, arrepiéntase hoy y sea lleno de la paz que sobrepasa todo entendimiento. Si la ha experimentado, cuídela con toda diligencia, evitando las cosas que la estorban.
¿Será que uno de los errores más grandes que cometemos es creer que nosotros somos la razón de los grandes hechos de Dios? Lo que Dios ha hecho por nosotros, y su obra en nosotros, todo es para magnificar el nombre de Dios. Que el nombre de Dios sea santificado y honrado en nuestra existencia.
¿Es una desgracia no saber o no entender el porqué de una circunstancia? ¿Tendrá Dios un propósito para nuestro bien en ocultar las respuestas? Aprendemos la disciplina de callar y reconocer la soberanía de Dios en el valle oscuro de las preguntas sin respuesta.
Los padres deben poner mucho esmero en criar a sus hijos sujetos a la autoridad desde pequeños. El niño que aprende a sujetarse a la voluntad de sus padres establece una base que hará que le vaya bien el resto de su vida.
Dios nos enseña en su Palabra cómo debe funcionar el orden de autoridad en el sector laboral. Sea que esté en posición de empleado o patrono, se necesita del Espíritu de Cristo para que el orden de autoridad funcione tal y como Dios lo planeó.
Cualquiera que sea el oficio que desempeñamos, como ciudadanos del reino de Dios debemos considerarnos siervos los unos de los otros en la iglesia. En plano del Arquitecto Divino, es bella la comunión de hermanos que se sujetan al plan de Dios y en que cada uno cumpla su deber.