Dios, o la sociedad: ¿a cuál escoger? No solamente son distintos; son opuestos. Es lógico que el verdadero cristiano no va a compartir los mismos valores ni tener los mismos intereses que abraza el mundo. ¿Cómo debemos responder?
Controversias, teología extraña y comportamiento errático brotaba por dentro; la persecución despiadada azotaba por fuera. ¿Se desintegraría el anabaptismo por completo? Al pasar ese momento, hubo gran necesidad de liderazgo estable junto con una visión irresistible. Gracias a Dios, se les proveyó.
El cuerpo humano y el núcleo familiar son poderosas metáforas para ayudarnos a entender la familia de Dios y el diseño de Dios para la iglesia. Comencemos con la metáfora del cuerpo humano.
En este artículo, examinaremos unos principios bíblicos y ejemplos que nos dan una guía clara con respecto al deber del cristiano hacia sus gobernantes.
El tema principal de las enseñanzas de Jesús fue en cuanto al reino de Dios. Encontramos que se menciona unas cien veces en los cuatro evangelios. Además, la mayoría de las parábolas de Jesús se trataban del reino. Es más, Jesús dijo que él fue enviado al mundo para anunciar el reino de Dios.
¿Cuál es nuestro deber como seguidores de Jesús hacia las autoridades civiles? ¿Cuál debe ser nuestra actitud para con ellas? ¿Debemos en todo tiempo obedecerlas o existen casos en que necesitamos desobedecerlas? ¿A quién le debemos nuestra mayor lealtad?