El cuerpo humano y el núcleo familiar son poderosas metáforas para ayudarnos a entender la familia de Dios y el diseño de Dios para la iglesia. Comencemos con la metáfora del cuerpo humano.
En las Américas, se está exigiendo que nos amoldemos a las perversiones de la cultura. Y los que no doblan la rodilla ante las presiones, sufrirán cada vez más el menosprecio y quizá aun prisiones. ¿Estamos dispuestos a identificarnos con Cristo y sufrir las consecuencias? ¿hasta la de la muerte?