¿Somos civilizados o barbaros? ¿Cristianos o paganos? No requiere mucha inteligencia para saber la respuesta. Dios lo sabe, y tu también lo sabes.
No hablemos de una casa actual, sino más bien de una vida. Y la Roca a que se refiere es lo único que nunca se moverá, la Palabra de nuestro Señor. ¿Cómo edificamos la casa sobre la Roca?
¿Cómo puedo saber si soy salvo o no lo soy? Jesús nos da a entender que la prueba de nuestra salvación está en hacer la voluntad de Dios. El libro de 1 Juan es un examen divino, y del libro se han derivado 12 preguntas. Al contestarlas sinceramente y con veracidad, puedo saber si soy salvo…o no.
Es posible ser “sincero” y a la vez hallarse en error. Cuando otros observan mi vida, ¿qué ven? ¿Se desilusionan cuando comparan lo que leen en la Biblia con lo que ven en mí? Que Dios me ayude a ser un cristiano “sin cera” y “probado por la luz del sol”.
¡Pandemia! ¡Qué asusto! Pero lo cierto es que el COVID-19 no es el mal más peligroso que haya existido. Hay otro pandemia aun más destrasosa entre la humanidad; se llama el PECADO. Pero gracias a Dios, hay remedio para este pandemia…y lo puedes obtener sin dinero.
¿Cuál es lo más importante para usted? Se considera que lo que más se valora en la vida es la causa por la cual estaríamos dispuestos a dar la vida. ¿Qué es lo que nos vale más?
¿Cómo podemos saber la verdad?
¿Estamos nosotros buscando los puestos de mayor importancia, poder, y reconocimiento? ¿Qué dice Jesús de esas ideas y esos pensamientos tan naturales y comunes? Jesús es nuestro ejemplo perfecto, porque él “no vino para ser servido, sino para servir.”
Cuando Jesús habló en sus enseñanzas acerca del amor hacia los enemigos, ¿será que en realidad quiso decir lo que dice el texto? ¿Hablaba en serio cuando dijo que debemos ofrecer la otra mejilla cuando otro nos golpea?¿Qué significa “amad a vuestros enemigos"?
Hoy tenemos la oportunidad de recibir esa blancura en nuestra alma. Dios desea hacer la obra en cada persona y nos da la invitación. Al que recibe la invitación de Dios, sus pecados le serán perdonados por medio de la sangre de Jesús. Serán emblanquecidos como la nieve y como la lana blanca.
Había dos hombres, pero no eran iguales. Había dos casas, aparentemente iguales. Leemos de dos tempestades que también parecen muy iguales. Pero los resultados finales de estas dos tempestades eran muy distintos. ¿En qué consistió, pues, la diferencia entre los dos casos?
Dos mundos, dos puntos de vista. A la vez, los dos hombres sirven al mismo amo cruel y sin misericordia. Los dos necesitan de Dios y la sangre de Jesucristo que los puede limpiar de sus pecados. Dios tiene la misma compasión por ambos, y ofrece a los dos la vida eterna.
En las iglesias de hoy día, se habla mucho del discipulado del creyente. En las librerías cristianas se hallan muchos libros sobre el tema. Pero, ¿será posible que en nuestro intento de entender y tratar este tema, hemos perdido el verdadero significado de la enseñanza de Jesús?
El reino de Dios existe independientemente de los reinos de este mundo. No hace ningún pacto con otros reinos. Ese reino no se define por fronteras, ni culturas ni lenguas. Aunque somos de otro reino, el cristiano busca maneras de servir en el reino terrenal como Cristo lo haría.
Vivimos en un mundo en que la infidelidad es parte del pan de cada día. ¿Dios también es así?