Una lista de diez muestras de una vida egoísta que indican un corazón carnal, y un desafío para elegir un llamamiento mejor y más alto por la gracia de Dios
Quizá tú hayas sufrido un dolor. Puede ser que hayas preguntado ¿Por qué, Dios? Y nos has recibido respuesta. Un día los misterios de Dios y los misterios de esta vida se nos revelarán. Un día, tendremos pleno entendimiento. Entre tanto, tengamos fe.
La misericordia de Dios no pasa por alto la justicia y santidad de Dios para hacer caso omiso del pecado y la condenación. A la vez, su misericordia y gracia nos dan la solución a nuestro problema del pecado por medio de la obra de Jesucristo en la cruz que nos trae un cambio de corazón.
Los deseos sexuales son creados por Dios. La legítima expresión de los mismos, dentro del matrimonio, es bello. Pero nuestra vieja naturaleza se inclina automáticamente a la fornicación. Pero, si fornicamos porque es parte de nuestra naturaleza, ¿cómo podemos dejar de hacerlo?
¿Seguro? No puedo creer que por cualquier robo Dios me condene. Seguramente él pasará por alto unas pocas raterías.
¿Qué tiene que ver los tomates y la cola del caballo con la tema de la música? ¿Sera qué le importa a Dios la música con que la iglesia le adore? Refleccione en lo siguiente, y pregúntate si la alabanza tuya será acepta con El quien debemos adorar en espíritu y en verdad.
Un desafío a todas las madres de ser una madre piadosa. Dios se acerca a la madre que en realidad quiere agradarlo con cumplir con ese papel tan importante. Que Dios las bendiga a todas las madres que toman su responsabilidad con seriedad de ser madre piadosa.
¿Quién es Dios? La vida toma su sentido de lo que creemos de él. Pero el deseo de saber de Dios no debe ser sólo un conocimiento teórico, sino un conocimiento personal que nos enseña a vivir en santidad.
Unas ayudas, compasivamente dadas, para la persona que ha intentado seguirle a Cristo pero que sienta desanimada porque ha fracasado. ¡Hay esperanza!
El discípulo de Cristo anda unido en un yugo con El, obedeciendo Sus órdenes como su Señor. El mundano no se preocupa con tales cosas, haciendo lo que más le plazca. ¿Cómo será posible unirse en negocios el cristiano con el mundano cuando tienen los objectivos tan opuestos?