El cristiano no participa en la venganza, dejando todo en las manos de Dios. El amor de Dios nos capacita para responder en amor a cualquier mal que sufriéramos. ¡Que el Príncipe de Paz nos dirija siempre!
El dinero no es más que una herramienta. A veces tenemos conceptos errados en cuanto al dinero, pero Dios nos lo ha dado como algo que podemos usar. Por supuesto, debemos seguir la dirección de Dios con respecto al uso del dinero.
¿Ha experimentado la paz que Cristo da? Si no, arrepiéntase hoy y sea lleno de la paz que sobrepasa todo entendimiento. Si la ha experimentado, cuídela con toda diligencia, evitando las cosas que la estorban.