Si no existe el infierno, tampoco existe cielo, porque ambos tienen el mismo fundamento: la Palabra de Dios. Las amenazas de castigo eterno se encuentran en la Biblia al igual que las promesas de felicidad eterna.¡El infierno es una realidad! Prestemos atención a la Palabra de Dios.
El juicio como en los días de Lot
¿Sería verdad que algunas personas no califiquen entrar en el cielo ni tampoco merecen ser echadas en el infierno? ¿Podría ser que haya otro destino que no sea ni tan bueno ni tan malo entre el cielo y el infierno?
De verdad existe un lugar llamado “cielo” donde los creyentes morarán para siempre. También existe un lugar llamado “infierno”, el destino para aquel que rechaza la salvación que ofrece Dios. Si aún tienes dudas de que exista el infierno, ¿crees que valdrá la pena correr el riesgo de terminar allí?