¿Y qué del corazón del hombre, que sólo Dios puede ver? Las ilustraciones—un matrimonio de palabra e imagen—demuestran la vida interior, y llevan al lector por las épocas del corazón humano, mostrando como las decisiones afectan el estado del corazón desde el ser renacido hasta la muerte.
Jesús vino con el propósito específico de restaurar a la humanidad caída, a todos aquellos que se entregan a él. No vino a terminar de quebrar la caña débil. Vino a restaurar aquella caña; es decir, Jesús ofrece hacer de ti algo bello.