¿Sería verdad que algunas personas no califiquen entrar en el cielo ni tampoco merecen ser echadas en el infierno? ¿Podría ser que haya otro destino que no sea ni tan bueno ni tan malo entre el cielo y el infierno?
¿Seguro? No puedo creer que por cualquier robo Dios me condene. Seguramente él pasará por alto unas pocas raterías.