La tecnología electrónica está causando una tormenta en nuestra cultura. Está calando profundamente, no solo en la sociedad mundial, sino en nuestras ocupaciones, familias y vidas personales. También está impactando grandemente nuestras iglesias.
La misericordia de Dios no pasa por alto la justicia y santidad de Dios para hacer caso omiso del pecado y la condenación. A la vez, su misericordia y gracia nos dan la solución a nuestro problema del pecado por medio de la obra de Jesucristo en la cruz que nos trae un cambio de corazón.
Los deseos sexuales son creados por Dios. La legítima expresión de los mismos, dentro del matrimonio, es bello. Pero nuestra vieja naturaleza se inclina automáticamente a la fornicación. Pero, si fornicamos porque es parte de nuestra naturaleza, ¿cómo podemos dejar de hacerlo?