La Biblia y el Vestido

La doctrina de la disconformidad al mundo significa ser tan diferente del mundo como el mundo es diferente de la Biblia. Esta doctrina es, por lo tanto, inseparable de la religión verdadera. Si el individual en esta vida no se viste como cristiano, ¿cómo se pondrá su vestido de bodas en el cielo?

    1. ¿Dónde conseguimos la expresión, “Disconformidad al mundo”?

Sacamos esta expresión de las Sagradas Escrituras, “No os conforméis a este siglo” o mundo (Romanos 12:2).

  1. ¿Cuánto estima usted esta doctrina?

La doctrina de la disconformidad al mundo significa, en el más amplio sentido, ser tan diferente del mundo como el mundo es diferente de la Biblia. Esta doctrina es, por lo tanto, inseparable de la religión verdadera.

  1. ¿La disconformidad al mundo incluye también el vestido?

Como la Biblia da enseñanzas específicas sobre el vestido, cosa que el mundo ignora totalmente, es claro que el cristiano va a ser diferente del mundo en su vestido, o diferente de la Biblia.

  1. ¿Es verdad que mientras más espiritual sea la gente menos atención dará al asunto del vestido?

No, si fuera así Pedro y Pablo faltarían en espiritualidad porque tratan en detalle de tal tema bajo la inspiración de Dios.

Una persona espiritual que no ha tomado en cuenta la enseñanza de la Biblia tocante a este tema puede ponerle menos atención, pero podemos estar seguros de que mientras más espiritual e instruida sea la gente, más cuidadosamente seguirá la enseñanza de las Escrituras en todas las cosas.

  1. ¿No es verdad que el cristiano mientras más se ocupe del tema del “vestido” más formalista se vuelve?

Ésta no es verdad para los que son regenerados (1 Pedro 1:13), y consagrados (Romanos 12:1), y separados (Romanos 12:2), porque la regeneración incluye el vestido, “[. . .] No os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia” (1 Pedro 1:14).

Es verdad que algunos enseñan el formalismo y más formalismo y nada de esencia; y otros esencia y más esencia y nada de formalismo; pero las Escrituras enseñan la experiencia del corazón (esencia) y la forma de la doctrina (formalismo). Debemos apreciar las dos (Romanos 6:17).

  1. ¿En qué consiste la sencillez?

Si nos basamos en la Biblia, el vestido sencillo es casto, modesto, útil, cómodo y económico, pero no se conforma con las modas abominables del mundo.

  1. ¿No sería posible vestirnos sencillamente sin tener un vestido reglamentario?

Quizás sí para algunas personas, pero no para iglesias enteras. Donde no hay reglamento por la iglesia habrá un gradual alejamiento hacia lo mundano, hasta que la Palabra de Dios será hollada. No sabemos de excepciones a esto.

  1. ¿Tiene la iglesia el derecho de dictar cosas cuando la Biblia no las menciona?

Ciertamente que sí—o de lo contrario nuestros hermanos podrían ocuparse en comerciar con licor, opio y tabaco, e introducir la baraja, el billar y los bailes en las actividades de la iglesia. Aun podrían ir a los circos, teatros, carreras de bicicletas, etcétera. La iglesia legisla en todas estas cosas exactamente con el mismo derecho como lo hace sobre el vestido.

La Biblia da principios del bien, y ejemplos de violaciones y dice, “y cosas semejantes” (Gálatas 5:21), demostrando que hay un sin fin de maldades sin nombrar, que la iglesia no debe permitir (Hechos 15:23–29).

Estamos ordenados para someternos a ordenanzas de hombres cuando no militant contra la Palabra de Dios, y podemos estar seguros que a la iglesia no se le ha dado menos autoridad sobre sus miembros.

  1. ¿No es posible estar orgulloso de la ropa sencilla?

Sí, o de nuestra cara, de nuestra figura o de nuestros hijos. El remedio, sin embargo, es sencillo—líbrese del orgullo y de la moda, y luego la humildad y la ropa sencilla podrán unirse.

  1. ¿De qué sirve recomendar persistentemente que haya normas para vestir cuando casi todo el mundo que profesa ser cristiano no las establece?

Por la misma razón que testificamos contra la guerra, las sociedades secretas, los sindicatos, etcétera. La impopularidad de una cosa no nos quita la obligación de anunciar “todo el consejo de Dios”. La negligencia de los muchos aumenta la obligación a los pocos.

  1. ¿Hay algo religioso en la ropa sencilla?

No, ni en el bautismo ni en la comunión, pero los tres pertenecen a la religión verdadera.

Así como un espíritu mundano se manifiesta en vestidos mundanos, así un espíritu transformado por Dios se manifiesta en la “ropa decorosa” de acuerdo con la Ley de Dios.

  1. ¿Cree usted que ninguno que se vista a la moda del mundo es cristiano?

Nadie que siga las modas del mundo obedece las Escrituras.

Algunos cristianos ignoraron la enseñanza de la Biblia sobre tal tema por algún tiempo.

Creemos que los que a sabiendas quiebran el menor mandamiento no podrán salvarse sin arrepentimiento, porque esto es prueba de rebelión del corazón.

  1. ¿No aprueba nuestro Salvador el uso del anillo en la parábola del hijo pródigo?

No lo aprueba así como tampoco aprueba la costumbre de bailar que Él menciona en el mismo caso, ni la defensa propia, ni el fraude, etcétera, en otras parábolas (San Lucas 12:39; 16:8).

Si el Maestro apoyara todo lo que menciona en las parábolas, entonces en la parábola del mayordomo injusto, el egoísmo y la falta de honradez se volverían virtudes. Pero éstos violan las enseñanzas de la Palabra de Dios.

  1. ¿No estaría bien adaptarse a las costumbres del tiempo con el objeto de ganar a alguien para Cristo?

Estaría bien en cuanto a ciertas costumbres, pero nunca es correcto violar un principio de la Biblia para influir a los hombres.

Por la transigencia podremos conseguir el favor de los pecadores, pero perderemos el favor de Dios.

Pablo y Silas no tenían influencia suficiente para mantenerse fuera de la cárcel, pero tenían suficiente poder con Dios para convencer a sus enemigos y traerlos al arrepentimiento.

  1. ¿Es incorrecto tener prendedores, botones, relojes de pulsera, etcétera, dorados, que sean realmente útiles?

Varias de esas cosas podrían ser realmente útiles y necesarias, pero no hay ninguna razón evangélica para que sean hechas de oro o que tengan ese color.

¿Sería correcto que usáramos zapatos dorados? Si no es correcto ¿por qué deberíamos usar lo que parece oro para cualquier otra cosa cuando un material más barato y menos lujoso serviría tan bien o mejor?

Al usar lo que parece de oro perdemos el principio acerca de la sencillez. Si lo usamos debemos entender que somos inconsistentes y que nos toca dejar a un lado “toda especie de mal” o dejar de sostener las normas de la Biblia.

  1. ¿No es tontería contender sobre cosas tan pequeñas como botones, prendedores, collarines, encajes, corbatas, etcétera, mientras cosas de más importancia deben ocupar nuestra mente?

La aplicación de los principios del evangelio es tontería para los perdidos (1 Corintios 1:8–21).

Ingersoll (un ateo) creyó que era una cosa tonta que muriera un hombre por recoger un poco de leña un día sábado. El no veía que el mandamiento que el hombre había desobedecido era tan grande que no se podía perdonar su desobediencia.

Los zorros pequeños arruinan la vid (Cantares 2:15).

Donde entra un cochinillo hoy, mañana entrará un cerdo.

Si desobedecemos un principio del evangelio que consideramos de menos importancia, luego desobedeceremos el que nos era de mayor importancia.

¿Qué provecho tiene si enseñamos virtudes como la verdad, honradez y temperancia si la gente sabe que nos justificamos en violarlas un poco aquí y otro poco allá según nuestro gusto? Y así mismo ¿qué provecho tiene si nosotros predicamos contra las muestras mayores del orgullo si fomentamos en nuestros pechos las más pequeñas? Si realmente son cosas pequeñas e insignificantes, será fácil deshacerse de tales cosas.

  1. ¿Entonces, solamente hay una forma de vestirse que sea conforme a los requisitos del evangelio?

Claro que no. Pero toda iglesia que se niega a o se descuida en dar a sus miembros una forma bíblica, encuentra que el mundo ha puesto sobre ellos una forma que no es bíblica.

Es muy significativo que las iglesias que han tomado esta enseñanza muy en serio han llegado a casi el mismo molde por dirección del Espíritu Santo.

  1. ¿Qué dice usted de pastores hábiles y sinceros que parecen tener gran poder y sin embargo no se ocupan en nada de las enseñanzas de la Biblia tocante al vestido?

No todo aquel que hace milagros está limpio delante de Dios (San Mateo 7:22). El hecho de que hayan hombres talentosos que defienden la guerra, y las sociedades secretas, etcétera, no es prueba de que crean correctamente. Los hombres pueden hablar con lenguaje de ángeles y aún estar equivocados.

Han habido grandes hombres con muchos talentos quienes han resistido a las enseñanzas de Pedro y de Pablo sobre este asunto. Algunos de ellos fueron claramente reprendidos desde el cielo antes que murieran, pero solamente el día del juicio podrá decir la historia completa. Dios trabaja poderosamente por medio de hombres que no tienen un conocimiento completo de toda la verdad (Hechos 18:24–26), pero nunca con los que, a sabiendas, rechazan la verdad.

  1. ¿No peca tanto el que anda desaliñado como el que vive a la moda?

Ambos se conforman a lo mundano. Hay un mundo de gente orgullosa que vive en una “pompa vana”; también hay un mundo de gente en corrupción y crímenes quienes no tienen dignidad personal.

Debemos evitar el uno con la sencillez y el otro con la santidad, y así lograr la esencia de la Biblia.

Es un gran prejuicio pensar que el desaliño sea vestirse modestamente y también que no hay nada que sea decoroso fuera de la moda.

  1. En la creación de Dios—montañas, bosques, aves y flores—¿no vemos que Dios es autor de la belleza? ¿Por qué no hemos de procurar que nuestra apariencia personal concuerde?

No es correcto tomar ejemplos de la naturaleza que sean contrarios a la Palabra de Dios para Sus hijos.

¿Debemos recomendar el amor libre porque Dios creó así a los animales domésticos? ¡Cómo tiende la gente a mirar al cielo o buscar en la tierra algo para justificarse en

lo que sea contrario a la Palabra de Dios! Todas las criaturas con excepción del hombre parecen estar contentas con el plan de Dios en cuanto al vestido.

El tordo castaño y el gorrión parecen estar tan contentos con sus plumajes sencillos como el pavo real y el ave de paraíso con sus plumajes ostentosos. La actitud del pavo real sería odiosa entre los hombres (Proverbios 21:4).

Las modas no son bonitas; ¡qué horribles son los vestidos para la gente que los usan cuando están fuera de moda! Bueno, nunca están de moda para Dios.

La belleza verdadera nunca está fuera de moda. El cielo azul, el centellear de las estrellas, las nubes lanudas, el mecer de los árboles, el florecimiento del jardín, el murmullo del arroyo, los campos dorados, los rebaños y manadas, la sonrisa del niño, la fortaleza de la juventud, el cabello blanco del anciano— todos son inmmutablemente bellos.

¿Qué significa esto, que las modas son llamadas “bonitas” hoy por la gente que profesa ser de Dios, solamente para horrorizarse de ellas mañana? ¿Por qué es que el vestido que ha escogido la iglesia es tan odiado pero cuando el mundo escoge un estilo muy semejante entonces llega a ser tan aceptado? ¿Podrá contestar alguien verdaderamente con la razón? ¿Por qué es que soldados, marinos y enfermeras usan sus uniformes con gran satisfacción mientras mucha gente en las iglesias usan sus uniformes bíblicos con disgusto o vergüenza?

  1. Cuando el corazón está bien, ¿nos condenará Dios por la clase de ropa que usamos?

Cuando el corazón está bien no mentiremos, ni juraremos, ni violaremos los reglamentos de Dios sobre el vestido, ni desobedeceremos ningún otro mandamiento de Él, sea pequeño o grande, del cual tenemos entendimiento.

  1. Aunque sea incorrecto el vestido de moda, ¿no sería mejor no mencionar nada de ello en la iglesia?

Es la obra del diablo suprimir la verdad. Cuando una verdad no se aprecia pronto se pierde.

Es mejor perder miembros que no sean sinceros que perder doctrinas que sean verdaderas.

  1. ¿Debiéramos adaptarnos a la mayoría de personas en tales cosas?

No debemos abandonar la verdad aunque nos quedáramos solos.

  1. ¿Qué podrá hacerse para que la iglesia mantenga una posición bíblica en cuanto al vestido?

Se deben enseñarla completa y libremente como cualquier otra doctrina de la iglesia.

Se debe ordenar para la obra de la iglesia solamente a los que sean firmes en esta doctrina.

Se deben hacer reglamentos para la iglesia que puedan ser comprendidos—hemos tratado de generalidades por mucho tiempo.

Que la iglesia tenga bajo censura a los que persistentemente rehusan someterse a estas reglas, y a otras doctrinas.

Se debe evitar el error de creer que la conciencia nos llevará por un camino seguro.

Que sea convencido que o la iglesia o el mundo dirán lo que es o no es aceptable en este asunto.

  1. ¿Cuál es el resultado cuando vemos gente extremadamente cuidadosa con sus vestidos, pero inconsistentes en el negocio y en la vida social?

Ellos son el hazmerreír del mundo y dan pena a los cristianos, siendo tan consistentes como un letrero, “Santidad al Señor” puesto sobre una cantina (Bar). El remedio no es combatir el traje bíblico, sino la conducta que no sea bíblica.

Si la conducta de una persona en esta vida no se adapta al vestido cristiano, ¿cómo se pondrá su vestido de bodas en el cielo?

  1. ¿Por qué no podemos preservar la sencillez sin reglamentos en el vestir?

Si la iglesia decide lo que es bíblico y prudente en el vestir, entonces necesariamente resultaría en la regulación del vestido. Si se deja elegir a cada individuo, entonces la iglesia abandonaría su responsabilidad de dar dirección y de disciplinar. Cuando la iglesia ya no regula el vestido, se alejará de la sencillez como un globo suelto al viento.

  1. ¿Cuáles son algunos de los versículos más firmes en contra de la mundanalidad en el vestir?

Como regla general encontramos en toda la Biblia que el orgullo, la ostentación y la extravagancia se manifiestan en los que no están en armonía con Dios; y la humildad, la sencillez y la economía se ven en los que están completamente sometidos a Dios.

Las hijas soberbias (Isaías 3:16–24; Jeremías 4:30, 31), la gente de dura cerviz (Éxodo 33:5), los sacerdotes hipócritas (San Mateo 24:5–7), el rey orgulloso (Hechos 12:21)—note que todas estas cosas se mostraban en el vestir.

El reglamento claro y positivo de la Biblia lo tenemos en los siguientes versículos:

“No os conforméis a este siglo” (Romanos 12:2).

“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo” (1 Juan 2:15).

“Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios” (Santiago 4:4).

“El mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo” (Gálatas 6:14).

“Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia” (1 Pedro 1:14).

“Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos” (1 Pedro 3:3).

“Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos” (1 Timoteo 2:9).

Además de esto ¡qué pérdida de tiempo y de recursos; y cómo se promueve el orgullo y la inmoralidad al seguir las modas de este mundo!

“Venid [...] y caminaremos a la luz de Jehová” (Isaías 2:5).

~Adaptado de los escritos del difunto obispo Jorge R. Brunk

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El texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.

Reina-Valera 1960® es una marca registrada de American Bible Society, y se puede usar solamente bajo licencia.

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