¿Cómo podemos saber la verdad?
Poncio Pilato, el gobernante romano que condenó a Jesús a la muerte, hizo una pregunta que ha resonado a través de los siglos y todavía se repite: “¿Qué es la verdad?”
En estos días, un hermano de la junta directiva de nuestra casa de publicación nos habló de lo mismo. Nos amonestó sobre la importancia de publicar sobre la “verdad”. Nos habló de siempre usar como base la verdad establecida por Dios, su Santa Palabra, en todo lo que publicamos.
Ahora, una vez más nos hacemos la pregunta: ¿qué es la verdad?
El hermano nos mostró la advertencia en Deuteronomio 13:1-3. Hay voces que vienen de profetas que no hablan la “verdad”. Si no vienen de parte de Dios, no podemos estar seguros de que sean la “verdad”. Si la Palabra de Dios no es la base para nuestra creencia, si ella no es la medida para toda palabra dicha y escrita, ninguna otra cosa será segura ni firme.
Después el hermano se refirió a la frase “así ha dicho Jehová”, que se lee muchas veces en el libro de Jeremías. Lo que dice Jehová, lo que él declara, sí es la verdad. Es importante establecer en nuestra vida que la medida de la “verdad” es lo que Jehová ha establecido.
Jesús dijo: “Yo soy la Verdad…”. Él es la fuente y la medida de la “verdad”. Hoy día la gente utiliza mucho su inteligencia razonamiento para determinar una posición en cuanto a muchos temas. Para muchos, la verdad es tan flexible como una banda elástica. Se puede estirar, se puede acomodar, se puede ajustar, y se puede hacer con ella lo que al individuo más le convenga. La “verdad” ha llegado a ser lo que uno determina ser verdad en su propia mente.
Ayer salió en primera plana un artículo sobre los “matrimonios diversos” que hablaba de una “boda masiva” donde más de 150 parejas, entre ellas, parejas homosexuales y otras, se casaron en una conocida universidad de Costa Rica. Para algunos el evento significó un gran avance, aunque siguiendo la corriente de este mundo en su búsqueda de los derechos sociales y una nueva definición del “matrimonio”. Sin embargo, ese evento levanta un mensaje contrario a lo que la Palabra de Dios establece como la verdad absoluta. Es, también, contraria a las leyes que Dios mismo estableció desde la creación. Aun si los expertos dicen, o los gobiernos aprueban, o todo el mundo acepta, la verdad de Dios no cambia. Dios no ha cambiado. Tampoco sus leyes han cambiado.
Estimado lector, nuestra meta es publicar verdad. A la vez, reconocemos que somos humanos con la capacidad de fallar y cometer errores. Es nuestro sincero deseo apegarnos siempre a la verdad, pero queremos abrirnos a usted, como lector, si en algo usted ve que nos hemos desviado de la verdad. Dios nos juzgará según su Palabra y no según los razonamientos humanos (Santiago 2:12; Apocalipsis “20:12-13)