Parece que hay una tendencia hoy día hacia la independencia en las iglesias. Ese espíritu individualista milita en contra de la enseñanza de Dios. Pero algo que ha distinguido a la iglesia peregrina es ese espíritu manso y humilde en cada uno; sumisión a los que Dios ha puesto como autoridad.
¿Será que uno de los errores más grandes que cometemos es creer que nosotros somos la razón de los grandes hechos de Dios? Lo que Dios ha hecho por nosotros, y su obra en nosotros, todo es para magnificar el nombre de Dios. Que el nombre de Dios sea santificado y honrado en nuestra existencia.
Cuando el cristianismo era nuevo, se centraba en Cristo Jesús y su reino, no en la teología. Al principio, los cristianos entendían que la esencia del cristianismo es una relación con Cristo; una relación de amor y fe que resulta en obediencia. Pero luego los teólogos se hicieron cargo de la iglesia