Es lógico que los verdaderos amadores de Dios y de su Palabra quieran anunciar la palabra en la manera que Dios quiere que sea anunciada. Jamás querrán anunciar la Palabra de Dios en una forma que le deshonre. Entonces la pregunta es: ¿Qué piensa Dios de las mujeres en el púlpito?
¿Quién es Dios? La vida toma su sentido de lo que creemos de él. Pero el deseo de saber de Dios no debe ser sólo un conocimiento teórico, sino un conocimiento personal que nos enseña a vivir en santidad.