En esta vida todos sufrimos dificultades.
Nuestra manera de responder a dificultades forma nuestro caracter.
¿Por qué permite Dios, sufrimiento y dificultades?
-Dios permitió que Jesus sufriera para dar vida eterna y permite que nosotros suframos para formar la vida de Jesús en nosotros.
Había dos hombres, pero no eran iguales. Había dos casas, aparentemente iguales. Leemos de dos tempestades que también parecen muy iguales. Pero los resultados finales de estas dos tempestades eran muy distintos. ¿En qué consistió, pues, la diferencia entre los dos casos?