Vivos de entre los muertos
Unas ayudas, compasivamente dadas, para la persona que ha intentado seguirle a Cristo pero que sienta desanimada porque ha fracasado. ¡Hay esperanza!
El discípulo de Cristo anda unido en un yugo con El, obedeciendo Sus órdenes como su Señor. El mundano no se preocupa con tales cosas, haciendo lo que más le plazca. ¿Cómo será posible unirse en negocios el cristiano con el mundano cuando tienen los objectivos tan opuestos?