Atacar el grano

Hay un problema serio en las escuelas, el embarazo en la adolescencia. Este artículo discute las razones a la raíz de este problema y pone la necesidad a los padres de involucrarse en la enseñanza sexual a sus adolescentes.

Recientemente leí en un periódico de que un grupo de senadores y oficiales convocaron una asamblea en Arkansas, EE.UU. En esta asamblea entrevistaron a un grupo de jóvenes y también a unos directores de escuelas acerca del serio problema del embarazo en la adolescencia. La mayoría de los estudiantes opinaron que repartir anticonceptivos no es la solución al problema. Pensaron más bien, en la necesidad de más educación sexual en las escuelas.

El periódico aun publicó un comentario gracioso de un joven que dijo: “En nuestra localidad necesitamos algo más para entretenernos”.

Pensé que, si ese joven fuera mi hijo, yo le inventaría una buena cantidad de quehaceres. Así, al llegar la noche, tendría más deseos de acostarse que de aullar con los lobos.

Según el periódico se comentaron las causas y buscaron soluciones. Pero no hablaron del problema fundamental. No mencionaron la pornografía, por ejemplo. Aparentemente, los senadores y profesores no se percatan de que los jóvenes que navegan en un mar de pornografía, son afectados moralmente.

Tampoco comentaron sobre el vestuario provocativo de las estudiantes. Es un hecho de que el vestuario indecente y la conducta provocativa de muchas mujeres agravan el problema de las violaciones. Cuántas mujeres hubieran evitado un acoso sexual o una violación por sólo vestirse decentemente. Por supuesto, eso no libera al violador de su pecado en ningún momento. A la vez, la mujer que exhibe su cuerpo ante los hombres y juega con fuego, tiene que aceptar su parte en la culpabilidad.

Según parece, en la asamblea tampoco se mencionó del exceso de confianza entre ambos sexos, lo cual, como resultado, lleva a las caricias. Recuerdo cuando la educación sexual se introdujo por primera vez en las escuelas públicas de los Estados Unidos. Se decía que tal educación borraría cualquier ignorancia. También se aseguró que pronto se vería pocos casos de enfermedades venéreas y de embarazos no deseados. Durante muchos años nuestros jóvenes han estado expuestos a dicha educación. Sin embargo, el problema aumenta espantosamente. Y para colmo, algunos afirman que, si se aumentara aún más la enseñanza sexual en las instituciones educativas, la situación cambiaría para mejor.1

En dicha reunión no se habló del daño que causa la enseñanza de la evolución. Hoy día se le enseña a nuestra juventud que ellos no son más que una forma superior de vida animal y que el relato verídico de Génesis acerca de la creación es meramente un mito judaico. En ese caso ¿debemos sorprendernos de que los jóvenes de hoy muestren comportamientos vergonzosos aun para el reino animal?

Como es de esperar, tampoco tocaron el tema de la gran falta de disciplina en los niños. El castigo corporal desde hace tiempo ha sido considerado una agresión y ha llegado a ser prohibido. El doctor Spock lo declaró dañino para la psique (vida mental) del niño.

Finalmente, aunque no de menos importancia, no mencionaron nada de las instrucciones de Dios y sus leyes que gobiernan estos asuntos. Sin embargo, cuando la mayoría de las escuelas ignoran las enseñanzas de la Biblia y los altos dirigentes callan en cuanto a esto, ¿qué otro resultado se pudiera esperar?

Todavía no he mencionado los resultados tan dañinos de la música rock, la contaminación de la televisión, y las drogas. El mundo tiene graves problemas. La sociedad está descomponiéndose, y así seguirá si no se deja de acudir a las fuentes equivocadas en busca de respuestas. Y si no tiene el valor moral para atacar el grano del problema, terminará en ruinas.

~ Autor desconocido

  1. Lo que muchos no reconocen es que este tema de la sexualidad se debe enseñar en el hogar. Es la responsabilidad de los padres informarles a sus hijos en el momento correcto sobre esos asuntos. Pero muchos no lo hacen. Hace poco en un periódico popular en Costa Rica, se publicó un reconocimiento de que los docentes en el sistema educativo no son las personas adecuadas para enseñar sobre el sexo a los alumnos. Pero que los padres siguen rehusando tomar su responsabilidad en enseñar a sus hijos sobre este tema, porque sigue siendo un tema prohibido en el hogar. Así que, dicen que el sistema educativo tiene que hacerlo. Recordemos, el mundo no halla soluciones a esos problemas, ni nunca las hallará.
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Idioma
Español
Editorial
Publicadora La Merced
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