La última oportunidad del minero

Impulsado por una urgencia que resultó ser divino, el minero hizo su paz con Dios....la última noche de su vida.

Una noche un minero estaba pasando un templo y entró. El ministro estaba hablando de la santidad de Dios y de la situación terrible de los que todavía no están preparados y pudieran ser llamados en cualquier momento para encontrarse con Dios. Él rogó a sus oyentes a que se preguntasen: ¿Estoy yo preparado para encontrarme con Dios? Él los urgía a contestar la pregunta esa noche, porque ahora es el tiempo aceptable. Mañana pudiera ser demasiado tarde.

El minero pensó: Yo no estoy preparado para encontrarme con Dios. He vivido una vida descuidada e impía. No podría aguantar Su mirada santa. Soy tan pecador, que no podría estarme de pie delante de Él. Estas verdades lo estorbaban tanto que no podía salir del templo, sino que esperaba hasta que toda la gente había salido, luego contó sus temores al ministro.

El ministro procuró guiarlo a Jesús. —Jesús es su paz —le dijo—. Pero el minero no halló la paz. Pasó una hora. El ministro explicó claramente el camino de la salvación, y oró con él y por él.

—Ahora —le dijo—, ya es tarde. Vaya a su casa y busque a su Salvador allá.

—No —dijo el minero—. Le ruego que me permita quedar un rato más; el asunto tiene que estar arreglado antes de salir de aquí.

—Usted tiene que irse a casa —dijo el ministro—. Ya es tarde, y yo no puedo hacer más para ayudarle. Ya no le puedo explicarlo mejor.

—El asunto tiene que estar arreglado antes de que me vaya —respondió el minero con mayor seriedad.

El ministro volvió a hablar de Jesús, y citó promesa tras promesa al minero. Volvió a orar, pero en vano.

La preocupación del ministro aumentaba más y más. —Tengo que irme —dijo el ministro, casi contra su propia voluntad—. Pronto amanecerá la mañana. Vaya a su casa. Mañana por la noche habrá otra reunion aquí; tal vez mañana usted hallará la paz.

—Señor —respondió el hombre angustiado—, no puedo salir de este cuarto hasta que encuentre la paz. Mañana pudiera ser demasiado tarde, y yo pudiera estar en el infierno. El asunto tiene que estar arreglado esta noche.

—Por la ayuda de Dios —dijo el ministro—, el asunto estará arreglado esta noche. Yo no lo dejaré hasta que usted encuentre la paz. —Una vez más el ministro habló de la obra redentora de Cristo. Una vez más oró, el minero repitiendo sus palabras con sollozos y lágrimas. Y al fin, la luz resplandeció sobre sus tinieblas.

—¡Ya lo veo! —exclamó—. Mi paz está hecha con Dios. Ya está arreglado. ¡Tengo que darle gracias a Dios! ¡Tengo que hacerlo! ¡Tengo que hacerlo! ¡Alabado sea Su nombre! Está arreglado el asunto.

Otra vez se arrodillaron, pero esta vez para dar gracias a Dios que Él había oído el clamor del minero, y había salvado su alma.

La próxima mañana el minero salió a su trabajo. En el transcurso del día él fue solo a una parte distante de la mina para traer algunas herramientas, y como duró mucho para regresar, sus compañeros fueron a buscarlo.

Descubrieron que un montón de piedra le había caído encima, y que él estaba enterrado debajo de los escombros. Trabajaron con pico y pala, esperando salvarle la vida. Al fin desenterraron una mano. Todavía estaba calurosa. ¡Aún vivía! Y al inclinarse sobre él, oyeron un sonido débil que venía de debajo de los fragmentos de peña y escombros. El minero estaba hablando:

—¡Gracias a Dios que el asunto fue arreglado anoche! Arreglado para siempre. Soy de Él. Esta noche hubiera sido demasiado tarde, pero gracias a Dios, ¡fue arreglado anoche!

Cuando al fin pudieron desenterrar su cuerpo estropeado, el minero se había ido a Dios.

Amigo lector, usted puede arreglar cuentas con Dios como lo hizo el minero. Arrepiéntase de sus pecados, y confiéselos a Dios para que Él los quite por la sangre de Cristo. Hágalo hoy, no sea que se le vaya la última oportunidad.

“Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir” (Mateo 25:13).

* * * * *

El texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.

Reina-Valera 1960® es una marca registrada de American Bible Society, y se puede usar solamente bajo licencia.

Details
Language
Español
Publisher
Rod and Staff Publishers Inc.
Topics

Back to List