Dios nos quiere enseñar por medio de la sabiduría y la experiencia de los ancianos. Pongámosle atención.
La primera etapa es la salvación por gracia por medio de la fe en el momento en que creemos en Cristo, nos arrepentimos de nuestros pecados pasados y recibimos el bautismo con agua. La segunda etapa consiste en mantener nuestra condición de salvos por medio de mantener firme nuestra fe obedecer.
La salvación de un alma
La sanidad
La santísima fe es mas que hablar y entender la Biblia. Esa santísima fe no es algo mágico, ni fácil, ni cómodo. Esa fe nos es dada cuando obedecemos la Palabra de Dios y practicamos la voluntad de Dios en nuestra generación.
¿Qué tal tu vida? ¿Estás preparado para encontrar a tu Rey?
Un estudio en cuanto a lo que escribieron los primeros cristianos en cuanto a la seguridad eterna.
Un relato verídico de las luchas internas y dudas que sufrió una esposa, al saber que su esposo se había convertido y seguía a Jesús
El descubrimiento de una soltera acerca de la vida abundante. ANITA YODER no cree que Dios desee que las personas pasen ensombrecidas. Ella ha vivido en Europa la mitad de su vida y permanece activa en su iglesia y comunidad. Este es su primer libro.
En este tratado vamos a ver las convicciones que sostenían los primeros cristianos en cuanto a la guerra. De todos los males que atormentan a la humanidad, quizás el peor sea la guerra. De hecho, solo en el último siglo, la guerra ha cobrado más de setenta millones de vidas.
La doctrina de los dos reinos raramente se escucha hoy día. Solo si realmente entiendes esta doctrina junto con todas sus consecuencias, entenderás el cristianismo de la iglesia primitiva. La verdad es que según su concepto, nunca vas a entender el auténtico cristianismo primitivo.
A continuación, vemos su convicción básica: creían que, al recibir el bautismo, todos los pecados del pasado son lavados. En segundo lugar, creían que la persona nace de nuevo por el bautismo del agua y del Espíritu Santo.
¿Es bueno que el creyente se ocupe en discusiones políticas? Las enseñanzas del Nuevo Testamento nos muestran lo que Dios espera de nosotros y nos reprenden cuando nos inclinamos a unirnos a lo que hace la mayoría.