Casi lograr tu vuelo significa que te has perdido el vuelo. Casi lograr un buen trabajo significa que has perdido esos ingresos. Casi no chocar con el palo de luz mientras manejes tu carro todavía quiere decir que te toca un viaje al taller del mecánico y tal vez aun un viaje al hospital. Es que el casi no vale.

Al apóstol Pablo le juzgaban por su fe. Dio su testimonio ante el rey Agripa. Habló de la muerte y de la resurrección de Jesús, demostrando que habían cumplido las profecías del Antiguo Testamento. Por fin exigió respuesta del rey: “¿Crees, oh rey Agripa, a los profetas? Yo sé que crees”.

El rey estaba conmovido. Le contestó: “Por poco me persuades a ser cristiano”. Pero su por poco no era suficiente. No tenemos ningún indicio de que el rey Agripa jamás abrazara el cristianismo de corazón (Hechos 26).

A cada uno de nosotros nos llegan oportunidades que luego se van. Quizás te has encontrado con un amigo que te cuenta del gozo que ha encontrado en Cristo y te invita a venir a Jesús. Sientes el aguijón de tu conciencia y la llamada del Espíritu Santo. ¿Cómo vas a responder?

Puedes responder: “Yo sé que lo que dices es la verdad”. Tal vez estás de acuerdo con lo que dice la Biblia, que toda la humanidad ha pecado y está culpable ante Dios (Romanos 3:23). Conoces bien la historia de la muerte de Jesús en la cruz, para proveer la salvación para todos. Además entiendes que Jesús anhela salvarte. Pero supón que no estés listo para humillarte, cambiar tu vida y seguir a Cristo. Conocer la verdad no es suficiente si no te guía al arrepentimiento. Casi persuadido, pero el casi no vale.

Quizás contestas a tu amigo: “Ahora no, gracias. Tal vez mañana o en un tiempo más oportuno”. Sí deseas vivir una vida mejor y gozar la bendición de Dios. Tal vez decides asistir a una iglesia más regularmente porque sí quieres ir al cielo. Pero no es suficiente pensar hacer lo correcto en el futuro si jamás te arrepientes. Tu amigo sigue su camino, el tiempo pasa y el impulso se disminuye. Casi salvado, pero todavía perdido.

Quizás sí aceptas la invitación de tu amigo y acudes a Cristo. Confiesas tus pecados e invitas a Cristo a morar en tu corazón como Señor de tu vida. Pero (ojalá que no sea así) supón que, con el tiempo, tu amor para Dios se enfríe. Los intereses mundanos toman la prioridad, y Dios ya no tiene el mando de tu corazón. Quizás aun has sido cristiano casi toda tu vida, pero el casi no vale. Dios, por medio del profeta Ezequiel, pregunta: “Mas si el justo se apartare de su justicia y cometiere maldad [...] ¿vivirá él?” La respuesta divina es clara: “Por el pecado que cometió, por ello morirá” (Ezequiel 18:24). Cuando nos paramos ante el gran tribunal de Dios, el casi no satisfará la justicia de Dios.

Querido amigo, toma la decisión de arrepentirte y seguir a Cristo hoy. No te detengas más. Ser casi salvado es continuar en el pecado y morir en una condición perdida. “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones” (Hebreos 3:15).

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El texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.

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Preparado y presentado en inglés por la junta de publicaciones de la IGLESIA MENONITA DE PENSILVANIA ORIENTAL Y ÁREAS RELACIONADAS.